“El Barbero de Sevilla” por Cecilia Ruiz, 21

La ópera que me ha tocado trabajar se titula Il Barbiere di Siviglia que en español significa El Barbero de Sevilla, compuesta por Gioachino Rossini. Se trata de una ópera cómica y está considerada una de las mejores dentro de este tipo.Dicha ópera se divide en dos actos durante los cuales transcurre toda la historia. El libreto ha sido escrito por Cesare Sterbini en 1816 y el texto original sobre el que se basa este libreto es la primera parte de la trilogía teatral de Beaumarchais, Le Barbier de Séville.
La ópera fue estrenada en el teatro Argentina de Roma el 20 de febrero de 1816. Fue una de las primeras óperas italianas que se representó en Estados Unidos, en el Park Theater de Nueva York el 29 de noviembre de 1825

Resumen
Bartolo un viejo doctor, tiene planeado casarse con Rosina una joven atractiva a la cual, para impedir que se la quiten, la tiene encerrada en su casa. Pero por otro lado está el Conde de Almaviva que está enamorado de la joven y con la que también desea casarse, la diferencia es que Rosina, al que de verdad quiere, es al Conde.
Para quitársela a Bartolo el Conde pide ayuda a Fígaro, el barbero de Sevilla, que va a conseguir infiltrase en la casa donde se encuentra Rosina y hará que los enamorados se casen.

Gioachino Rossini
Fue un compositor Italiano, nacido en 1792 en Pésaro, Italia y murió en 1868 en París.
Ocupa un lugar muy valioso dentro del repertorio lírico italiano gracias a óperas bufas como Il barbiere di Siviglia, La Cenerentola o L’italiana in Algeri, que le han dado fama universal.
Hijo de un trompetista del municipio de Pésaro que colaboraba con las orquestas de los teatros de la provincia, y de una soprano, propició que desde pequeño ya tuviese cierta relación con la ópera.
Tenía una excelente facilidad para componer, por lo que los títulos le llegaban uno tras otro, llegando incluso a estrenar cuatro óperas en un mismo año. En París, ciudad a la que llegó en 1824 y en la cual ya iba a pasar el resto de sus días, compuso la que iba a ser su última partitura para la escena, Guglielmo Tell (1829).
A pesar de su gran éxito abandonó por completo su carrera musical, cuanto tenía treinta y siete años, sin saberse exactamente cuáles fueron las razones que le llevaron a ello.

Sólo gracias a la revisión en 1969 de Alberto Zedda, director, musicólogo y docente del Festival de Ópera Rossini, que se celebra en Pésaro cada verano, podemos escuchar esta ópera finalmente como se merece, puesto que hasta entonces la ópera bufa, cómo género, no gozaba del respeto que le era debido. Ya que se modificaba continuamente a gusto del intérprete o el director.
También se sabe que Rossini, aunque tenía una brillante capacidad de composición, era muy vago y siempre dejaba las cosas para el último momento, y de vez en cuanto repetía las mismas composiciones en distintas obras. Sin embargo, a pesar de esto, consiguió componer esta obra maestra en tan solo tres días.
Rossini firmó, para poder estrenar su obra, con el duque Francesco Cesarini Sforza, empresario del teatro Argentina.
Durante el estreno ocurrió de todo, pero todas cosas malas, incluso la muerte del empresario del teatro afectó para que la obra sólo recibiese malas críticas. Sin embargo a partir de la segunda representación, y hasta día de hoy es una de las óperas más amadas por el público.
También le fue difícil la aceptación del público porque años antes Paisiello, ya había estrenado un Barbero de Sevilla. Por lo que Rossini hizo algunos cambios que quizás al público en un principio no gustaron tanto.

Anécdotas
Se cree que a Rossini no sólo le apasionaba la música, al parecer también se le daba bastante bien la cocina y pasaba algunos de sus ratos entre fogones.
En 1816 el empresario Barbaja, le contrató para que le compusiera dos óperas, pero Rossini se lo tomó con calma y al final acabó encerrado en una habitación con apenas
comida y, en una sola semana terminó lo que se le había pedido, por el hecho de poder salir de allí lo antes posible.

Curiosidad
Cuando se estrenó esta obra, el público asistente dejó mucho que desear pues se comportó en forma grosera, reía, gruñía, silbaba, etc. Uno de los cantantes dio un paso en falso y cayó en medio del escenario causando la burla de todos. Por otra parte, a uno de los músicos en plena ejecución se le rompió una cuerda de su instrumento y por si todo esto fuera poco, apareció incluso un gato negro en medio del escenario. Rossini prefirió salir y poco después exclamó “Tuve que huir ante la actitud de un público desencadenado. Yo creía que me iban a asesinar” Al día siguiente los asistentes recapacitaron y se convirtió en una de las obras preferidas.

Fragmentos más destacados
La Obertura. Fue compuesta para una ópera seria anterior, Aureliano en Palmira, estrenada en Milán en 1813, posteriormente utilizada por Rossini para su drama histórico Isabel, reina de Inglaterra, estrenado en Nápoles en 1815, y finalmente reutilizada en 1816 para El barbero de Sevilla.
Esta obertura incluye una introducción lenta, con sendos crescendos orquestales al final de la exposición, y una coda en forma de stretta, o acelerón final.

Largo al factotum, cavatina de Fígaro, conocida entre los menos entendidos de la ópera como fígaro fígaro fígaro. Se ha usado en películas, anuncios o dibujos animados, y es que, con más de doscientos años de vida, sigue siendo un gran pilar dentro de la ópera cómica Italiana.
Con esto Rossini nos quiere dejar ver el entusiasmo vital y la gran felicidad con la que se encuentra el personaje en ese momento.
https://www.youtube.com/watch?v=LFt-iSxjmGs
La calumnia. Aria de Don Basilio, se identifica por el uso de un magistral crescendo, describiendo los cambios de la calumnia desde un vientecito que apenas se mueve hasta el más fuerte disparo de cañón. Está compuesto para un bajo.


A un dottor della mia sorte. Aria de Bartolo, que al igual que el aria anterior está destinada para bajo.


Ecco ridente. Aria del Conde de Almaviva, hecho para una voz tenor.


Una voce poco fa. Aria de Rosina, dirigida para voces contralto.

Algunas puestas en escena

En el Auditorio Kursaal, en San Sebastián, el director de escena Joan Anton Rechi, opta por transformar Sevilla en un plató de televisión y los personajes en actores y personajes del mundo de la pequeña pantalla.

En el Teatro Musical Stanislavski y Nemiróvich-Dánchenko de Moscú, el director, Efe Alexandr Titel hizo una representación de la obra propia del lugar, reflejando el frio de Moscú produciendo nieve durante la obra, una cosa curiosa tratándose de una ópera que se desarrolla en Sevilla.

En La Royal Opera House de Londres. Es una puesta en escena que exagera la comicidad con un tratamiento disparatado, guiñolesco y pop a la vez, tanto en el vestuario como en los decorados. Producida por Moshe Leiser y Patrice Caurier.

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