El afinador de pianos
Autor: Daniel Mason.
Páginas: 372.
Editorial: Salamandra.
Año de publicación: 2003.
Resumen:
Edgar Drake, un afinador de pianos del Londres victoriano es reclamado por el comandante médico Anthony Carroll, un jefe militar británico destinado en uno de los frentes de la conquista de Birmania. Éste tiene en su fuerte en el frente de batalla un piano Erard, que utiliza con fines políticos y pacificadores, pero la humedad y la temperatura hacen que se desafine. Drake, especialista en la afinación de los Erards, recibe una carta en la que el médico solicita sus servicios con urgencia. Tras consultarlo con su mujer Katherine, Edgar Drake se embarca desde la ciudad del Támesis a una aventura que marcará su vida. Lo que al afinador le ocurre durante el viaje en vapor, tren, barcazas, ponis y elefantes es casi una excusa para describir un paisaje cálido, frondoso y exuberante: la jungla, la meseta, las montañas a las faldas del Himalaya…
Arrozales, junglas, aves, tigres. Hombres tatuados, mujeres maquilladas con thanaka, guerreros, poetas y bailarinas. Y entre ellos un afinador, un médico militar, y su piano.
Su historia se desarrolla a finales del siglo XIX, en el momento en el que Inglaterra se encuentra sumida en una fiebre colonial, que la lleva a conquistar los países que hoy conocemos como India, Sri Lanka o Myanmar, entre otros. Concretamente, desde octubre de 1886 hasta abril del año siguiente.
Reseña biográfica:
Daniel Mason nació en 1977 en Estados Unidos. Estudió Biología en la Universidad de Harvard. Su conocimiento sobre la materia se puede observar claramente en la obra. Viajó a Birmania y Tailandia durante un año para estudiar la malaria, donde encontró la inspiración que le llevó a escribir El afinador de pianos, su primera novela. Otro de sus titulos más relevantes es Un país lejano. Demuestra también un profundo conocimiento sobre el piano, su mecanismo y la extensísima obra compuesta para este instrumento.
Contenido musical:
Compositores y obras:
- En una memoria de la pareja, recuerdan como Edgar, tras conocer a su esposa, le envió una carta en la que describia sus sentimientos hacia ella como un allegro con brio de la sonata 50 en re mayor de Haydn. Ella tocó la obra, que le recordó a las mariposas en el estómago que sienten los enamorados.
- En la misma escena, mientras se encuentran sentados a orillas del Támesis antes de que Drake parta hacia su destino. Él tararea el op. 25 no. 5 de Clementi. Katherine reconoce la obra, y recuerda como a su marido le hacía pensar en un marinero perdido en alta mar, a quien su mujer espera en la playa. Le pregunta si el marinero volverá en esta ocasión, a lo que Edgar responde que sí. Muzio Clementi
- Ya en Birmania toca el primer movimiento de las suites inglesas de Bach, una allemanda.
- Aparece también el cuarto preludio de El clave bien temperado de Bach, una clara referencia al oficio del protagonista.
- Se habla de una pieza indeterminada, que cita en diversas ocasiones a lo largo de la historia. Una canción birmana de luto, el ngo-ying.
Instrumentos:
Aparecen de todo tipo. Desde un organillo antes de su viaje en Londres, hasta el Erard del doctor Carroll, pasando por variopintos instrumentos indios y birmanos, cuernos, indescriptibles instrumentos de cuerda, trompas, etcétera. En cuanto a los pianos, se da una información detalladisima sobre los mecanismos que los hacen funcionar, así como sobre el oficio del afinador y de las herramientas, procedimientos y materiales que utilizan. Como curiosidad, en este aspecto, Edgar se ve obligado a utilizar madera de bambú para reparar parte del piano, puesto que no disponía de la que se utiliza normalmente, pícea.
Además de su sonido y sus entrañas, se explica también la historia del piano en concreto, y de los pianos Erard y de su creador, Sebastièn Erard.
Daniel Mason nos expone una pequeña descripción de la armonización, parte del proceso de afinación, que resulta de lo más interesante, y enlaza con la obra que aparece en el relato ya citada, El clave bien temperado.
Aparte de sobre los Erard, se nos habla también de otras marcas y nombres de los mejores pianos: Pleyel, Broadwood, Streicher…
Aspectos generales:
La música aparece en la novela como algo estrechamente relacionado con el sentimiento y las emociones. A menudo describe las situaciones, las escenas y los paisajes con palabras del mundo de la música. El viento y la lluvia, al chocar contra la ventana, crean “crescendos y diminuendos”. Mason pone especial interés en remarcar cómo la música, también en la cultura birmana, es algo atado a la vida de los hombres. La encontramos en las pagodas, en los templos, en las calles y en los teatros ambulantes de Rangún, así como en el resto de lugares. Siempre aparecerá un intérprete, un músico callejero, o un ave que le recuerde a Drake alguna melodía. Destaca también como su música es diferente a la nuestra: es mucho más resbaladiza, más líquida. Este detalle llega a tener una importancia vital en el desarrollo de la trama.
Valoración personal:
El afinador de pianos me parece un título acertado. Podría parecer simple, que solo se refiere a la profesión de nuestro protagonista, pero a menudo Edgar es descrito como un afinador, más como cualidad que como oficio. En una ocasión siente un paralelismo entre su actitud en la vida y su trabajo – él ajusta las cuerdas para que otros creen música.
Los momentos en los que el autor describe el entorno, los lugares por los que los personajes vagan y moran. Fue una grata coincidencia ver como el viaje se dirigió a una de las zonas del mundo que más me ha atraído siempre: el sureste asiático, Tailandia, Myanmar, la India.
Es un libro entretenido, con gancho, agradable y fácil de leer, por lo que lo encuentro totalmente recomendable. Aparentemente existe un proyecto para llevar la historia a la gran pantalla. La posible película, sin duda, prometería ser verdaderamente interesante.